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Mostrando entradas de 2020

Yannis Yfantís

Templo del mundo                                                                        A Vaguelis Raptópulos, sí, a Vaguelis Veo aquí un insecto                                                              sobre una flor; chamán que llegó a la mente, al sol o al santuario de una planta donde la ambrosía de los iniciados y del néctar. Veo aquí un insecto y pienso que cada ser no es más que un jeroglífico animado o inmóvil en el no construido templo del Mundo.

Amadeo Gravino

 De serie ¿Mínimas? 4-U na barca flota en el río. En la costa hay silvestres perales                                                     efímeros. ¿No volveré a ser canto                               bajo el sol?               H omero y Virgilio condenan las Guerras          y valorizan otras aventuras                             que ofrece                             el viaje por la vida.          Las nubes corren          sobre los pinos,          brillan estrellas.          Cantan          gallos rojos,                cantan                e inventan la mañana. Gravino, Amadeo en Imágenes virtuales, La Luna Que, Buenos Aires, 2013

Alfonsina Storni

La loba Yo soy como la loba. Quebré con el rebaño Y me fui a la montaña Fatigada del llano. Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley, Que no pude ser como las otras, casta de buey Con yugo al cuello; ¡libre se eleve mi cabeza! Yo quiero con mis manos apartar la maleza. Mirad cómo se ríen y cómo me señalan Porque lo digo así: (Las ovejitas balan Porque ven que una loba ha entrado en el corral Y saben que las lobas vienen del matorral). ¡Pobrecitas y mansas ovejas del rebaño! No temáis a la loba, ella no os hará daño. Pero tampoco riáis, que sus dientes son finos ¡Y en el bosque aprendieron sus manejos felinos! No os robará la loba al pastor, no os inquietéis; Yo sé que alguien lo dijo y vosotras lo creéis Pero sin fundamento, que no sabe robar Esa loba; ¡sus dientes son armas de matar! Ha entrado en el corral porque sí, porque gusta De ver cómo al llegar el rebaño se asusta, Y cómo disimula con risas su temor Bosquejando en el gesto un e

Li Ts`e Yung

"Bambú" (Yuke) El Bambú en la ventana No lo cortes para hacer una flauta, no lo cortes para hacer una caña de pescar. Cuando sus hojas y flores estén marchitas, aún será hermoso bajo los copos de la nieve. Li Ts`e Yung en Poesía China ,Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Losada, 2015. Selección, traducción y prólogo: Teresa León y Rafael Alberti,

Fernando Pessoa

De El cuidador de rebaños II Mi mirada es nítida como un girasol.                                                  Tengo la costumbre de andar por los caminos Mirando a derecha e izquierda, Y de vez en cuando mirando atrás... Y lo que veo a cada momento Es aquello que nunca antes había visto, Y yo sé dar mucho por eso... Sé tener el pasmo esencial Que tiene una criatura si, al nacer, Reparase de veras en que nace... Me siento nacido a cada instante Para la eterna novedad del mundo Creo en el mundo como en un malquerer Porque lo veo. Pero no pienso en él Porque pensar es no comprender nada... El mundo no se hizo para pensar en él (Pensar es estar enfermo de los ojos) Sino para mirarlo y estar de acuerdo... Yo no tengo filosofía, tengo sentidos... Si hablo de la Naturaleza no es porque sepa lo que es, Sino porque la amo y la amo por eso, Porque quien ama nunca sabe lo que ama Ni sabe por qué ama, ni qué es amar... Amar es la eterna inocencia, Y la ún