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Canto al cuerpo solar (Gabriela Troiano) Reseña por Diego Ortega

  Canto al cuerpo solar (Gabriela Troiano) Reseña por Diego Ortega There was a time when meadow, grove, and stream, The earth, and every common sight                  To me did seem             Apparelled in celestial light, The glory and the freshness of a dream. It is not now as it hath been of yore-1 (William Wordsworth, “Ode on Intimations of Immortality) Hubo un tiempo, antes del tiempo, en el que el lenguaje mítico, como un río desbordado, tuvo que hallar su cauce, ordenarse, acaso, para fluir en un tiempo más firme. En ese tiempo originario y originante, ese cauce se tradujo en poesía. Por eso, cuando la poesía, en su expresión arquetípica y esencial, se manifiesta, nos vemos obligados a regresar a ese tiempo que cada vez parece más lejano, o incluso,  perdido. Hay algo que busca la poesía, ¿un regreso?, ¿una recuperación?, ¿una revitalización? No es posible aventurar una respuesta clara, puesto que, quizás, aquello que se busca no esté en la respuesta, sino en el mismo acto de
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Tuan: la metamorfosis de una leyenda

  Tuan: la metamorfosis de una leyenda Arthur Rackham's black and white illustration for "The Story of Tuan Mac Cairill"  from ''Irish Fairy Tales'' (1920) El recuerdo funda la cadena de la tradición que se retransmite de generación en generación. Constituye, en un sentido amplio, lo músico de la épica. Abarca las formas músicas específicas de la épica. Y entre ellas, se distingue ante nada, aquélla encarnada en el narrador. (Benjamin, 1936) En el folclore de todo el mundo, el paso del tiempo y la metamorfosis son motivos recurrentes. El ser humano ha permanecido pero también se ha transformado. El tiempo cambia con el espacio: algo permanece y algo se transforma. En el tiempo también mutan las historias. Adquieren un ritmo que perdura pero al mismo tiempo varía. En estas historias, muchos poetas son personajes que tuvieron una vida más extensa que cualquier otro ser humano y debieron experimentar múltiples metamorfosis para permanecer en el mundo, para tr
Dos versiones de un poema atribuido a Amergin  Yo invoco (ruego) la noble Irlanda el este de la gran playa del fértil mar, fértiles montañas trepadas, trepados bosques de niebla, niebla de las cascadas, cascadas de lagos en la bahía, bahía del pozo de la colina pozo de tribus unidas, unión de reyes Temair, Temair colinas de tribus, tribus de los hijos de Mil, Mil de los grandes barcos, grande la sublime Irlanda, un encantamiento de gran audacia: la gran audacia de las mujeres de Breise, de Breise, mujeres de Buaigne: fue ella su morada, Irlanda, tomada por ti, Eremon, Ir, Eber la invocan. Yo invoco la tierra de Irlanda. * 1 ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ Invoco a la tierra de Irlanda a su muy surcado mar fértil, fértiles montañas feraces, feraces bosques húmedos, húmedas cascadas, cascadas que caen a lagos profundos,
Cailleach Bheara   Aquella noche, la más fría del invierno, un fraile buscó refugio en la posada de Cailleach Bheara ,la anciana de Beare. Pero ¿quién era la anciana de Beare? ¿una diosa? ¿una bruja? Muchas cosas se decían sobre ella.: que llevaba en la tierra incontables años, que había visto lo más bello y lo más horrendo de este mundo. Quienes narran esta historia cuentan que el fraile sólo deseaba huir del frío, recuperar fuerzas para su largo viaje. Otros aseguran que no estaba allí por casualidad; había llegado a sus oídos la leyenda. Por eso buscaba incansablemente a la extraña anciana de Beare. Así fue como aquella noche fría de invierno, junto a la chimenea, el fraile escuchó las historias más extraordinarias. -Hace mucho tiempo,-dijo la anciana- vi un alma en pena que escapaba del diablo. Dos mastines con ojos de fuego la perseguían. Corceles en llamas cabalgaban junto a mí. Luego llegaron los días de tristeza. Tres largos días dentro de mi habitación. Yacía sin probar bocado
  *Mar de peces* Mira lejos al nordeste el mar maravilloso pletórico de peces; hogar de las focas agitado, brillante, la marea ha alcanzado su plenitud. Poema del siglo IX o X Antiguos poemas irlandeses (Taravillo Rivero, Antonio, sel. y trad.). Madrid: Editorial Gredos .

Raquel Jaduszliwer

  Poema de Ángel de la enunciación (2020)   Y el viento dice , el viento nos hace decir: acepta las virtudes de la duración por ellas, todo lo que debería retirarse así lo hará también tus pertenencias, la manera en que eras todo lo que la corriente lleva; acéptalo así llorarás menos así tendrás más fuerza cierra tus cuentas, actúa como si todo ya hubiera concluido busca el fondo del pozo en su espejo de agua y en el mayor silencio verás que hay un suceso extraordinario aún por consumarse. Autora de la foto: Lucía Moledo

Yannis Yfantís

Templo del mundo                                                                        A Vaguelis Raptópulos, sí, a Vaguelis Veo aquí un insecto                                                              sobre una flor; chamán que llegó a la mente, al sol o al santuario de una planta donde la ambrosía de los iniciados y del néctar. Veo aquí un insecto y pienso que cada ser no es más que un jeroglífico animado o inmóvil en el no construido templo del Mundo.